La inseguridad y los temores son malos amigos al momento de tomar una decisión y han sido los culpable de los peores momentos en nuestras vidas, aun así los hombre nos hacen sentir que debemos agradecerles el estar a nuestro lado.
Mari, una chica de 25 años luego de un largo aunque atropellado noviazgo se siente tan sola aun estando con su novio pero lo único que cree que tiene consigo, que decide casarse, ella en su desenfrenada carrera contra la vida lucha por convencerse así misma que tomo la decisión correcta y que en el camino se acomodan las cargas (cosa imposible por demás decirlo)…
Esta chica linda, cariñosa, luchadora paso más de 5 años tratando de arreglar lo irreparable, estar con un hombre que muy en el fondo sólo se ama así mismo, sólo piensa por él y sus propias comodidades, porque era tan básico el pobre qué ni siquiera tenía intereses. A pesar de semejante prospecto esta chica luchó hasta el final dudando de su propia razón porque cada vez que quería tomar la decisión de acabar con aquella vida el amigo la ignoraba, la hacía sentir como la peor de las mujeres y para colmo la más afortunada de tenerlo a su lado.
Delys, 30 años, exitosa, independiente, elegante; paso no sé cuantos años aguantándole a un fulano el ser no la segunda, sino como la cuarta de una lista de mujeres en su haber, ya que él le hacía creer que con la escases de hombres, afortunada era de al menos poder decir que a veces salía con alguien quien le hacia el favor. No obstante dejo a ese sólo cuando se consiguió otro que le permitía ser la segunda oficial ya que era casado pero con la absurda excusa que fue un error en su vida pero ya no podía volver atrás porque su madre adoraba a su ahora esposa.
Barbara, 31 años, un caso extremo, realmente complejo, con todos se quiere casar, no ha pasado ni un mes y ya está soñando despierta con su futuro juntos, no le dice nos vamos a casar pero al mes saliendo le dice; -Papi, vamos a pasar Navidad con mis padres en Margarita (y estamos en Mayo)-.
A pesar de que es ella la que es un poco atacada y es capaz de ahuyentar a cualquier hombre con sólo tener la primera conversación, aún así, se consigue cada espécimen que se aprovecha de su debilidad haciéndole creer hasta que se aburren de ella que si, que efectivamente tooodos sus sueños se harán realidad. Cuando finalmente ya no pueden sostener más el engaño desaparecen y a su búsqueda desenfrenada por una respuesta, ellos responden diciendo –Tú eres la culpable, me asfixias, necesito pensar, te amo pero no es el momento, gracias debes dar que no soy un mal tipo y quiere lo mejor para ti- (basura).
Ilsa, 32 años, independiente, más que exitosa, una morena hermosa, un grave defecto; querer conseguir el hombre que su mamá le describió en los cuentos antes de dormir; alto, hermoso, caballeroso, amable, romántico, dulce, fiel, buen padre, pero por sobre todas las cosas adinerado y caritativo…. Más de 10 años en la infructuosa búsqueda, cuando conseguía al menos 4 de los 10 atributos exigidos por el perfil, obviamente, terminaba en una ruptura torturadora, donde al final de cada episodio épico le hacían sentir que agradecida debía estar de haberlo tenido a su lado porque con lo exigente que era se iba a tener que conformar con un vibrador.
Nora, 35 años, primero sola que con sentimiento de culpa o abandono, esta chica es tanto su temor a ser rechazada o lastimada por alguna razón que prefiere la soledad absoluta, el yoga, la meditación y las tardes de lectura compartida. Ni tan calvo ni con dos pelucas, la amiga se está perdiendo la oportunidad de probar y de saber que le gusta y que realmente quiere de la vida, negarse a vivir no es una opción.
Cecilia, 45 años y 20 Kilos de más, 15 años de matrimonio frustrado y 4 años de terapia psicológica, (necesitan más números), lo triste es que luego de 4 años de divorciada, todavía no se puede quitar de encima la pesada carga de según ella, haber sido la culpable de haber perdido a un hombre maravilloso, que se fue con otra por que ella era una adicta a su trabajo que no le prestaba atención ni lo trataba como indispensable en su vida.
Un hombre que no encontró un equilibrio en su relación y se fue por el camino fácil, conseguir a una que le aguantara todo y estuviese por debajo de él en todos los aspectos, incluyendo el profesional para poder hacerla sentir menos y mas responsable de las fallas, así él quedar como el bueno del cuento.
El problema amigas mías, no son los hombres y su intensa e inexplicable necesidad de hacernos sentir las culpables de sus males, el problema es nuestra capacidad maternal y sobreprotectora de negarnos la posibilidad de creer que los panas no sirven, y que queremos hacer de cada espantapajaro que se nos presenta, un príncipe azul. Señoritas dejemos de pensar que somos hadas madrinas capaces de convertir cualquier calabaza en una carroza, aceptemos que la vida es un ensayo y error, que estamos aquí para probar, pero probar con sinceridad. Podemos engañar al mundo entero pero núnca nos podremos engañar a nosotras mismas, no sigamos permitiendo que nos hagan sentir que le debemos una vela diaria a San Antonio por tener un pelele al lado.